Pasó un lustro desde que Daniela Herrero sacó su último disco, luego de otros cinco años en los que construyó un espacio propio dentro del pop local. Con casi 25 cumplidos, se la ve entusiasmada con el reciente lanzamiento de "Altavoz" y esa efervescencia es paralela al resultado de un trabajo potente.

"Nunca había participado tanto de la composición", destaca Daniela, que se animó en esta placa a melodías y letras filosas, un paso más allá de la herencia de Fabiana Cantilo, quizá su más claro referente.

¿Por qué cinco años desde tu disco anterior?
Quería bajar un par de escalones por un stress que me había jugado en contra y no me dejaba producir. Además quería hacer algo distinto. Creo que el bache fue producto de toda esa exposición que tuve (en 2003 trepó su popularidad con la tira de TV Costumbres argentinas). Si hubiera empezado de a poco no me habría tomado tanto tiempo. Es complicado arrancar de muy pendeja.

¿Renegaste de esa primera época?
Sí, vivía contrariada, decía a todo que no, hacía notas que no quería, me ponía densa, chocaba con el deseo de cantar y nada más. Por suerte mi familia y amigos acompañaron ese proceso y no me desbandé.

"Altavoz" es tu disco más rockero. ¿Cómo fue el proceso?
Es un disco raro, hay que escucharlo varias veces. Es más intenso, rebuscado. Hicimos un laburo importante con los arreglos y las voces. Entraba al estudio a las diez de la noche y salia a las seis de la mañana para encontrar un color distinto. Cuando lo escuché terminado no lo podía creer, pero no me sorprendió porque sabía que iba a quedar así.

Este miércoles 11 de agosto te presentás en La Trastienda ¿Cómo va a ser el recital?
Quiero que suene como el disco, muy crudo, que es la gema natural del rock.

¿Y después qué viene?
Tengo ganas de hacer otro disco ya, el año que viene quiero cambiar, pero no voy a contar más. La idea ahora es tocar todo lo que pueda, este año y todo el verano. Adaptarme a la situación y disfrutarlo lo más posible.